¿Qué significa ser un ciudadano culto y autónomo en la sociedad digital?

Saludos, para dar respuesta a esta pregunta de la primera semana del MOOC #CDigital_INTEF de Educalab, decidí primero revisar los significados que de manera general da la RAE (Real Academia Española) de las palabras: ciudadano, culto, autónomo y sociedad digital.

En caso de  ciudadano, la RAE ofrece cinco definiciones sobre este concepto entre adjetivos y sustantivos. De lo cual ciudadano se refiere a  ser vecino o perteneciente de una ciudad antigua o moderna, que tiene derechos políticos con los que puede intervenir en el gobierno del país. Además ciudadano es ser un “hombre bueno”.

Para culto, la RAE hay nueve (9) definiciones, que tiene que ver con el acto de cultivar una planta o animal, rendir homenaje o adoración a algún Dios o deidad, y por último, está la que dice que culto se refiere al dotado de cualidades que provienen de la cultura o instrucción.

Autónomo, es un adjetivo que se refiere gozar de autonomía o a trabajar por cuenta propia. Autónomo viene de autonomía, que entre los significados se encuentra el que es autonomía es la condición de quien, para ciertas cosas no depende de nadie.

Finalmente, competencia tiene asociados 2 significados, el primero tiene que ver con rivalizar o contender en una prueba, y el segundo se asocia con incumbencia, pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.

Entonces, a partir de las  definiciones se puede decir que:   un ciudadano actualmente, es una persona que tiene autonomía para tomar decisiones dentro del ámbito del gobierno de su país, pues cuenta con la aptitud y pericia en el pleno ejercicio de derechos políticos.

Y además, la pregunta que genera esta reflexión, habla de un ciudadano autónomo y culto en una sociedad digital.

¿Qué significa esto de sociedad digital?  El Dr. Manuel Area, ofrece una panorámica de una sociedad digital que ocurre en un contexto mundial complejo caracterizado por el cambio, donde los docentes tenemos un papel protagónico. 
La globalización, la desaparición de las fronteras, es una de las características del nuevo panorama económico, que tiene que ver con la producción de riqueza. El avance de la tecnología, sobre todo la digital,  tiene un papel crucial para que los nuevos intercambios económicos ocurran, y a su vez la economía influye en el desarrollo de la tecnología, que acelera y facilita la obtención de información y la comunicación para las transacciones comerciales. Situación que a su vez modifica la cultura y la forma en que las personas se relacionan. Entra en juego, entonces el tema de las emociones, y la configuración de las personas, en donde la tecnología dicta nuevas formas de acceder, producir y compartir conocimiento, y también identidades, en la sociedad concreta, y en la sociedad digital.

Por tal razón, la escuela y los educadores, se ven sobrepasados por las demandas de los diferentes actores de la sociedad, en su búsqueda de respuestas, para hacer frente a estos escenarios, que cambian el contexto que durante mucho tiempo funcionó, un mundo estable, en donde la información podía muy bien almacenarse en los libros, y ser transmitida de una generación a otra sin mucho problema.

Estamos viviendo, una era donde ya no solo se tiene el mundo concreto, sino que se ha creado un mundo alterno virtual, en donde el exceso de información y de acceso a ellos, nos puede hacer súbditos, de los intereses de otros casi sin notarlo.

Se habla de un Homo digitalis, un ciudadano de un ecosistema donde la tecnología TIC tiene un peso muy fuerte. Cada vez más se interacciona con máquinas que trabajan casi de forma autónoma, bajo un programa dictado por personas cuyas intenciones desconocemos. Por ello, se requieren ciudadanos que sepan cómo funcionan, para no convertirse en seres dependientes de ellas.

Este escenario, requiere desarrollar en las personas nuevos saberes, competencias, que les permitan acceder y filtrar la información que necesitan para dar respuesta a los retos que les plantea este nuevo contexto. Se necesita un cambio de paradigma educativo, ya no se puede trabajar de manera aislada, hay que saber usar diferentes lenguajes y formatos para comprender la información que se obtiene y comparte.

Las escuelas necesitan cambiar su papel transmisor de información estable e inmutable, a uno acorde al tiempo líquido que se vive.

Ahora es posible y necesario crear una pedagogía del aprender creando, retomando y constuyendo una nueva propuesta a partir de lo que perfilaron grandes pedagogos como Freire, Freinet, Montessori, y otros, que ya hablaban de las habilidades que hoy necesitamos como aprender de la propia experiencia, aprendiz constructor de su conocimiento, aprendizaje social cooperativo, a través de proyectos de exploración, e indagación.

El ciudadano culto del siglo XXI de un mundo lleno de cambios económicos, políticos, sociales, tecnológicos, culturales; en donde cada vez es más fácil estar conectado con todo el mundo, y saber de temas de todo tipo, que se producen a diario las 24 horas del día en todo el planeta, además necesita tener un marco de actuación, valores, que le permitan discernir de lo que lo pueda someter y convertir en súbdito de grupos que estén preocupados por sus propios intereses en lugar del  bienestar de todos.

El ciudadano culto y autónomo, necesita analizar lo que comparten los grandes protagonista nacionales e internacionales, que dictan las agendas políticas a seguir, con objetivos comunes a todos y que no toman en cuenta las diferencias. Se requiere conocer el propio contexto, y reflexionar, en base a la búsqueda de la verdad y tener una escala de valores que oriente su reflexión.

Por eso no se trata sólo de enseñar a las personas a usar los aparatos que nos ofrecen las TIC, solo porque lo dicta el mercado, sino que es importante desarrollar competencias que ayuden a analizar los temas de las diferentes áreas que afecta el desarrollo del ciudadano autónomo y culto que hoy se requiere en cada región. No es posible aplicar los cambios tecnológicos sin reflexión. Se requiere aprender a conocer, aprender a hacer,  aprender a ser, aprender a convivir, aprender a aprender,  y  aprender a crear.

Concluyó con esta frase de Fernando Savater: "La educación es el plano esencial para formar una ciudadanía. Ésta debe ser capaz de utilizar de manera crítica, constructiva e inventiva las instituciones para el servicio de proyectos comunes racionales donde las herramientas digitales tienen que ser usadas para explorar el mundo del presente".